viernes, enero 20


Conozco la desesperación a grandes rasgos. No tiene alas, no se sienta necesariamente a una mesa quitada en una terraza, de noche, a la orilla del mar. La desesperación es y no es el retorno de una serie de pequeños hechos como semillas que al caer la noche dejan un surco por otro. No es el musgo sobre una piedra o el vaso de beber. Es un barco plagado de nieve, si queréis, como los pájaros que mueren y su sangre no tiene el más mínimo espesor. 

martes, enero 17





porque al final, pase lo que pase, siempre seremos nosotras tres. 
siempre nos tendremos a las otras dos. 
porque siempre nos querremos.

domingo, enero 15


un día soñé que me comería el mundo. 



pero el mundo me comió a mi.